La ciencia del sedimento

March 20, 2012

Los narcisos están floreciendo y el día de San Patricio está a la vuelta de la esquina, debe ser marzo y ¡ya ha pasado un mes! El trabajo de laboratorio sobe el primer grupo de núcleos de noviembre de 2010 puede que arroje por fin algo de luz sobre las dinámicas sedimentarias de los Sundarbans con la dificultad de los análisis del tamaño de grano. El tamaño del grano es una de las propiedades fundamentales del sedimento y geólogos y sedimentólogos usan esa información para estudiar tendencias en los procesos superficiales relacionados con las condiciones dinámicas de transporte y deposición. Tales datos pueden ser utilizados por ingenieros para estudiar la permeabilidad y estabilidad bajo carga, y los geoquímicos los pueden utilizar para estudiar las afinidades de las partículas de grano fino con los contaminantes. Sin ningún lugar a dudas, el análisis del tamaño del grano es una de las técnicas más informativas en el arsenal del científico de la tierra.

El análisis del tamaño de grano no ha cambiado mucho durante los últimos 90 años, con Udden-Wentworth siendo la piedra clave para el análisis de sedimentos desconsolidados. Tampoco es raro ver un montón de cribas de diferentes tamaños siendo usadas en el laboratorio, ¡de hecho yo he pasado bastantes tardes cribando mis materiales como si fuese un prospector de oro en Alaska esperando a hacer fortuna! Sin embargo dejando atrás el cribado, los hidrómetros, pipetas y coulter counters, las ventajas de las técnicas modernas de para el tamaño del grano son comparables a ver a un Ford T y un Ferrari Enzo corriendo con el tanque lleno en un circuito de carreras. ¡Mundos totalmente diferentes! Las técnicas modernas de tamaño de grano se basan en la difracción laser que se basa en el fenómeno de que las partículas dispersan la luz en todas direcciones con un patrón de intensidad que depende del tamaño de las partículas. Sin ponerme excesivamente técnico, este patrón de dispersión de las partículas es idéntico a la suma de los patrones de dispersión individuales de todas las partículas presentes. Partiendo de esto, se puede utilizar un modelo óptico para calcular los patrones de dispersión de partículas de diversos tamaños y, usando un procedimiento matemático, esto se puede utilizar para calcular la distribución del tamaño volumétrico de las partículas en el cual el patrón de dispersión encaja mejor con el patrón de medición.

Tan excitante como suena: láseres de dispersión, modelos matemáticos de distribución del tamaño de las partículas, ¡esto empieza a sonar o a extremadamente cerebrito o a algo que uno podría ver en CSI! Sin embargo la realidad se aleja mucho de lo glamuroso o empollón. El procedimiento se sigue: mantener el equipo limpio, mantener las muestras disgregadas usando una sonda sónica (evita que las arcillas se peguen) e introducir la muestra húmeda en el tanque de dispersión de agua, ¡es un proceso que se repite 204 veces! Es una serie de ciclos de limpieza entre muestras. Ello conlleva la observación meticulosa de la dispersión del resplandor para asegurarse de que las lentes de tubo están completamente limpias de polvo o contaminación. Es más parecido un episodio de Kim y Aggie en “Qué limpia está tu casa” que a otra cosa, simplemente manteniendo el instrumento tan limpio como se pueda. Incluso siguiendo este proceso tan fastidioso, los errores ocurren y as muestras se tienen que analizar otra vez aunque supongo que “los errores son portales hacia el descubrimiento”, como solía opinar James Joyce. Te darás cuenta de que el trabajo de laboratorio implica grandes procesos repetitivos y mantener el lugar limpio…

Y con esta idea en la cabeza llego al día de San Patricio, la celebración del santo patrón de Irlanda, famoso por deshacerse de serpientes e introducir la cristiandad y el llevar tréboles! y una gran escusa para una sesión! Mientras que uno puede perderse entre la bebida y la música tradicional, te dejaré con este consejo, otra vez procedente de la pieza literaria de Joyce “Retrato del artista adolescente”, algo que uno podría recordar la mañana del 18 de marzo después de las celebraciones (y de hecho después de el penúltimo partido del sexto Torneo de las Naciones: Inglaterra contra Irlanda):

“Me hiciste confesar los miedos que tengo

Pero te diré también a lo que no temo,

No temo el estar solo o ser rechazado por otro o dejar lo que sea que tenga que dejar.

Y no tengo miedo de cometer un error, incluso un gran error, un error para toda la vida e, incluso, para toda la eternidad”

¡Adiós, amigos míos!

Slán go fóill mo chairde! (=adiós amigo mío!)

Rory Flood,

EStudiante de doctorado, Queen’s University Belfast, Escuela de geología, arqueología y paleoecología (GAP),

http://www.qub.ac.uk/schools/gap/